Hombre, mujeres y lo que buscamos en la cama

Precisamente por ser en las fechas en las que se celebra el Orgullo Gay, que este año está siendo un poco extraño debido a las circunstancias, el mes de junio es en el que más publicaciones referidas a la sexualidad aparecen. Puede que hace unos años fuera una casualidad, sólo buscando que coincidiera con el momento de la subida de las temperaturas y de las ganas de las personas por enseñar carne con menos ropa y eso, teniendo la sangre alterada por la estación; pero ahora no es posible creer que sea una casualidad, y tampoco tendría nada de malo aprovechar ese filón para sacar al mercado libros, manuales, revistas u otras publicaciones referidas a la vida sexual.

Lo mejor de todo es que no tiene nada que ver con la opción sexual, es decir: no se tratan de obras destinadas al público homosexual. Porque oye, a todo el mundo le gusta disfrutar de su sexualidad, y sin duda alguna, mucho más si es sexo gratis. Sin embargo, en estas relaciones sexuales, que no sólo tiene por qué ser de pareja sino también tocar el tema de las masturbaciones, toca currárselo mucho porque hay que conocer muy bien el propio cuerpo, y después, el de quien esté a nuestro lado. Nada que ver con las relaciones sexuales de pago, ni siquiera si hablamos de pelis porno, porque ahí todo va con un guión, y lo que menos importa es si los interesados disfrutan a partes iguales, porque el placer tiene un destino claro: en el primer caso el cliente o clienta, en el segundo el publico que visionará las escenas xxx. No es extraño que en estas fechas las webs porno tengan un importante ascenso de visitantes a sus canales de ciberporno o cibersexo gratis, ¿ver por dónde van los tiros?

Lo mejor de todo es que no tiene nada que ver con la opción sexual, es decir: no se tratan de obras destinadas al público homosexual. Porque oye, a todo el mundo le gusta disfrutar de su sexualidad, y sin duda alguna, mucho más si es sexo gratis. Sin embargo, en estas relaciones sexuales, que no sólo tiene por qué ser de pareja sino también tocar el tema de las masturbaciones, toca currárselo mucho porque hay que conocer muy bien el propio cuerpo, y después, el de quien esté a nuestro lado. Nada que ver con las relaciones sexuales de pago, ni siquiera si hablamos de pelis porno, porque ahí todo va con un guión, y lo que menos importa es si los interesados disfrutan a partes iguales, porque el placer tiene un destino claro: en el primer caso el cliente o clienta, en el segundo el publico que visionará las escenas xxx. No es extraño que en estas fechas las webs porno tengan un importante ascenso de visitantes a sus canales de ciberporno o cibersexo gratis, ¿ver por dónde van los tiros?

La sexología es la ciencia que estudia la sexualidad en los seres humanos, y aunque es una ciencia de reciente aparición, no llegando ni siquiera al siglo de vida, al menos por fuentes oficiales, sí que ha marcado una época en la historia y cultura recientes. Pasó por una época por la que mucha gente no quería reconocer que acudía a ella, o lo hacía con reticencias, pero últimamente el público se ha animado, y las publicaciones sobre este tema han alcanzado un auge importante. ¿Y cuáles son las consultas más frecuentes en sexología, aquellas cuestiones que generan más dudas? Pues para ellos, todo lo que tenga que ver con la potencia sexual, cómo aguantar más tiempo en la cama, y cómo tardar más tiempo en eyacular, por supuesto; y para ellas, cuestiones de calidad del acto sexual, cómo conseguir más placer o por qué no tienen tanto apetito sexual como ellos. Como vemos, es una cuestión de género, sí, pero no de sexo, por lo que poco importa si te sientes hetero u homosexual, porque tu actitud ante la sexualidad es lo que marca la diferencia, y lo que te genera unas u otras dudas.

Luego, por supuesto, podemos decir que no todas las obras artísticas que tienen que ver con la sexualidad tenga que ver con estudios científicos, ni con consejos o autoayudas; también otras manifestaciones de arte cómo son la literatura, la fotografía o la pintura pueden usar este tema como inspiración, y no hay duda de que realmente genera interés en un público bastante numeroso. Así que poco importa la época del año, o que se busque un reclamo para todas ellas: lo importante es que el sexo forma parte de nuestra naturaleza, y es normal que nuestra vida, nuestra sociedad y nuestra cultura lo tengan muy presente.

Consultorios de sexo, algo que se ha perdido

La televisión no puede considerarse un arte en sí misma, sino un medio de difusión audiovisual, aunque seguro que muchos de los que trabajan en ella, sobre todo los del plano creativo (guionistas, publicitarios, redactores… ) no opinan lo mismo que tú. Como cualquier manifestación artística, y justamente por ser una ventana al mundo de un compendio de ellas, ha tenido que evolucionar, y mucho , en su corta vida, tratando de sacar de todos los que los que forman este medio sus mejores ideas, para que el público no se encuentre con un contenido desfasado que no se adapta a su tipo de vida ni al acceso a la información que ahora se tiene.

Realmente, mantener viva la televisión ha sido todo un desafío y, aún así, no se puede decir que su supervivencia esté asegurada. Los canales privados se volvieron caros para los ciudadanos, los privados están en continua lucha por las audiencias, e internet acabó de darles la puntilla con su acceso a televisión online y a la carta. La TDT, la creación de webs para cada canal, la eliminación de la publicidad… Todos hemos vivido estos cambios, y realmente no hemos quedado totalmente satisfecho, hay cosas que echamos a faltar.

Sí, dicen que hay que mirar al futuro y no al pasado, pero la verdad es que uno echa de menos muchos contenidos que han desaparecido por completo. Por ejemplo, y mientras veía el otro día precisamente en la tele un programa donde se hablaba sobre el consumo de porno, han desaparecido del dial los espacios dedicados a la edad adulta, concretamente los que iban de sexualidad. Hace unos años, era totalmente normal encontrar contenidos «subidos de tono» en bastantes canales de televisión; hoy, es prácticamente imposible hacerlo, y no es que me esté refiriendo explícitamente a la pornografía. Sin embargo, recuerdo muy bien un renombrado programa en el que se debatían temas sexuales con la guía de un renombrado profesional, que tuvo bastante éxito en su época. ¿Por qué no siguió en emisión? De haberlo hecho, seguramente podrían haber explorado este asunto del porno, la facilidad con la que tenemos acceso a él, y sobre todo si realmente es un problema o es una cuestión exagerada por unos cuantos por razones totalmente particulares.

¿Sabes que es lo más extraño? Que el servicio que prestaba ese tipo de programas, sigue siendo necesario. Múltiples medios, como prensa, revistas y un montón de blogs en internet reciben a diario montones de  consultas sobre sexualidad, y no se puede decir que el origen de las respuestas esté muy controlado. Sí, parece que el conocer el porno xxx de pe a pá no es precisamente sinónimo de ser un experto en sexo, e incluso el consumo de pornografía, como he dicho, resulta ser uno de esos temas. La gente a veces piensa que por ver muchos videos porno en la red se ha convertido en un experto o experta, capaz de seducir a cualquier pareja que se le antoje, y conocedor de múltiples trucos para ser un amante perfecto. Pero a veces, ese consumo de porno se nos va de las manos, nos hace imaginar que la sexualidad es de una manera, cuando en la realidad se demuestra que no es así. Y por otro lado, es muy común sentirse culpable cuando uno accede a cualquier tipo de pornografía, como si fuera algo tabú por mucho que sepamos que todo el mundo lo hace, aunque muchos lo nieguen; es una paradoja algo curiosa, la verdad.

Hemos dejado un medio tan universal, directo y conocido como es la tele sin poder intervenir en la vida de sus espectadores de una forma práctica y segura, aunque desde luego no es el único contenido que echaremos de menos. Obras de teatro, conciertos diarios, retransmisiones de deportes que no sean el bendito fútbol… todo eso lo hemos ido dejando en manos de canales de pago o temáticos, cuando en realidad era algo que debería estar al alcance de todos.

 

Y la pornografía, ¿arte o degeneración?

Hace unos días, leí en algún artículo de prensa que, ante la finalización del curso universitario y el comienzo del próximo, los universitarios empezaban a buscar ocupación no sólo para el verano, sino también para un tiempo más largo; un trabajo de largo recorrido que les permitiera pagar sus estudios y complementar las becas que cada vez son menos cuantiosas. Así, el mercado laboral se llena de jóvenes estudiantes con poca experiencia y mucha preparación, que aumentan la precariedad de los trabajos y también el número de desempleados.

Hablaba también ese artículo de una nueva tendencia entre estos jóvenes, y era los videos de universitarias que estaban empezando a subirse a las páginas online de adultos: chicas que se lanzan al porno amateur como una forma rápida y fácil de ganar dinero. Muchas de ellas no tienen intención de hacer carrera en el mundo del cine x, sino más bien conseguir unos ingresos puntuales para un momento determinado de su vida, justamente éste en el que necesitan más liquidez para poder conseguir mantener sus estudios. Era una forma de acceso a un trabajo y a un sueldo más o menos estable sencilla y al alcance de casi todas ellas.

Por supuesto, la gran mayoría de ellas, que no llegaban nunca a alcanzar fama como actrices porno, intentaban por todos los medios mantenerse en el anonimato, y procuraban incluso esconder sus rostros siempre que era posible. Y eso quiere decir que realmente no debían estar muy contentas con lo que estaban haciendo, aunque, al fin y al cabo ¿no es la pornografía una especie de arte? Realmente, los prejuicios han hecho mella en ella, pero no hay que olvidar que este tipo de representaciones no eran en un principio eróticas, sino que pretendían mostrar una faceta de la vida cotidiana, cuando las relaciones sexuales, e incluso el sexo en público, estaban mucho mejor vistos e incluso formaba parte de la vida social (recordemos las orgías griegas y romanas, que a pesar de ser celebraciones religiosas, seguramente acababan por convertirse en un despiporre total).

Pero no olvidemos que en muchas de nuestras artes se han tomado elementos pornográficos para hacer el contenido más atractivo. ¿O acaso no han echado mano de ellos la pintura, la música, el cine, la fotografía? Y es bastante curioso que muchos de los nuevos estudiantes universitarios estén más que interesados en todo lo que tiene que ver con los estudios de arte; al parecer, estas disciplinas han visto cómo sus aulas han tenido un incremento de estudiantes en los últimos años. Si en vez de considerarlo algo burdo y propio de gente vicioso, supiéramos entender la pornografía como una corriente cultural, ¿no sería algo a introducir en el temario de cualquier estudio relacionado con las bellas artes?

Aunque realmente, no creo que los universitarios y universitarias estén mucho por la labor de comerse el coco con estas cuestiones. Siendo una generación que ha crecido al amparo de internet, que en los últimos años se ha generalizado y ha llegado a la gran mayoría de hogares, han mamado el porno online desde muy jovencitos, por lo que para ellos todo esto de la pornografía se podría considerar el pan de cada día; un elemento más en sus vidas que para muchos ni siquiera es novedad, por estar tan acostumbrados. Puede que esta tendencia a los videos xxx amateur sea tan solo una moda que se ha impuesto, y que en poco tiempo deje de ser una salida laboral, como no hace mucho sólo era una forma de ocio. Criticar toda esta situación, o intentar analizarla, puede llegar a ser una pérdida de tiempo; para mí, que haríamos mucho mejor en normalizarla e intentar canalizar de alguna forma hacia una forma constructiva de usar la pornografía, si es que tanto nos interesa.

Fotografía y photoshop, una combinación de primera

Los años pasan y los humanos vamos encontrando nuevas maneras de hacer representaciones artísticas; incluso, podríamos decir que nuevas formas de arte. La tecnología ha hecho que muchas de estas representaciones ahora pasen por filtros informáticos, no es un secreto para nadie: el 3D, los retoques fotográficos, hologramas, efectos de sombras y luces… Son sólo unos ejemplos, y aunque todo esto tiene algunos detractores, que aducen que poco tiene que ver con el genio artístico y que lo hacen todo más artificial, el caso  es que cada vez se utilizan  más y de mejor forma; y al fin y al cabo, no todo el mundo tiene la suficiente habilidad para hacerlo bien.

Por eso, el caso de Arne Olav Gurvin Fredriksen no es sólo curioso, sino además sorprendente, y casi se podría decir que es el primero y único en su especie.  Con el sobrenombre artístico de Gyyporama, este ingeniero electrónico de origen noruego empezó en 2012 un hobby que poco imaginaba que lo iba a lanzar a la fama de la innovación artística: gracias a su afición a la fotografía y al Photoshop, ha creado híbridos de animales imposibles, casi como si estuvieran en un mundo de fantasía poblado de estos seres que podrían considerarse casi de ciencia-ficción.

Todo empezó como un juego. Fredriksen era muy aficionado a fotografiar animales en estado salvaje en su tiempo libre, algo que lo hacía desconectar de las largas hora de oficina que pasaba en el trabajo. Un día en que retocaba una de tantas fotos como tenía de ellos, se le ocurrió por diversión mezclar dos especies animales distintas, y al ver el resultado tan divertido y curioso, empezó a hacerlo sistemáticamente, llamando la atención de todos los familiares y conocidos con los que lo compartía.

Al principio, él mismo les ponía nombre, generalmente haciendo combinaciones curiosas de los de las especies en cuestión; pero desde hace un tiempo, cuando crea una de estas fantásticas criaturas en su ordenador, la sube  a su cuenta de Instagram, donde da la opción a sus seguidores de proponer cuál denominación les iría mejor. Se ha convertido en una auténtica revolución en esta red social, y gracias a su página web, podemos comprobar que a veces no hace falta elegir entre practicar un arte u otro: también pueden unirse y tener resultados maravillosos.

El cine nos engaña, pero no nos damos cuenta…

Por lo visto, una de las mayores fuentes de cultura que tenemos en la actualidad es el cine, algo extraño porque, precisamente, uno de sus sobrenombres es «la fábrica de sueños«; así, es algo curioso que alguien pueda ver películas por el simple hecho de ser más cultos o pensando que puede aprender cosas y verdades absolutas. Sin embargo, está demostrado que mucha gente adopta lo que escucha o ve en los filmes como una filosofía de vida, y aunque no es que sea la peor manera de acceder a la cultura, tampoco es la mejor, por supuesto.

Por tradición, el cine es el séptimo arte, y en la actualidad casi se podría asegurar que se ha convertido, sino en el primero, en uno que se encuentra entre los primeros puestos. Hay cine alternativo, o de autor, o documental, que realmente se preocupa por mostrar valores y tener un efecto educativo en el público; pero no nos engañemos: la gran mayoría busca ser un producto comercial, sin mayores pretensiones más que la de entretener y por ende, llenar las salas y conseguir una buena recaudación.

Pero aún así, y sabiendo todo esto, hay mucha gente que ha creído  a ciegas aquello que ha visto en una película en algún momento dado de su vida; y lo que es peor, hay cosas que han calado en tanta cantidad de gente, que al final se han convertido en verdades absolutas. El lugar por excelencia de la industria del cine, Hollywood, nos ha hecho creer muchas cosas que no son verdad, y en realidad lo ha hecho sin ninguna intención oculta: se podría decir que ha sido el público el que ha creído estas cosas solamente por no informarse sobre su veracidad. ¿Quieres conocer algunas de ellas? Pues ahí van:

  • Para rastrear una llamada, es necesario que la línea esté abierta durante un tiempo extenso: puede que esto fuera cierto en las primeras película de espía, pero desde la década de los 80, la tecnología permite hacerlo en los primeros segundos de la misma.
  • Es muy complicado contar las cartas en un juego de póker. Las películas nos han hecho creer que aquel que consigue hacer trampas en un juego de cartas contándolas es casi un genio de las matemáticas, pero en realidad se trata de un par de trucos bastante fáciles; el problema viene cuando el casino se da cuenta de ello, y por supuesto no está muy contento con la situación.
  • Pueden escucharse explosiones en el espacio.  Esto es algo físicamente imposible; en el espacio no hay atmósfera, con lo que las condiciones para que el sonido viaje no pueden darse.
  • Aumentar las imágenes borrosas las hace verse con más claridad. Esto es algo que la policía en la ficción suele hacer mucho, hacer zoom en una imagen poco clara para verla con más nitidez; pero que no te engañen: si la imagen está borrosa en un principio, aumentarla sólo la hará empeorar.

Hay muchos más ejemplos, y quizá otro día podamos seguir con ellos. Por de pronto, piensa si tú has creído algunos de los que has leído aquí, y ahora puedes sentirte decepcionado.

Un blog para aficionados, no para intelectuales

Un país que no sabe apreciar su cultura es, sin duda alguna, un país abocado al desastre; una nación sin rumbo que difícilmente puede conseguir ningún progreso, gracias a que sus ciudadanos no son capaces de ver más allá de sus narices, ni de tener un razonamiento lógico y positivo. Para los que crean que exagero, decir que están bastante equivocados, porque la cultura no es sólo saber leer y escribir, que también y es algo bastante importante; pero también resulta muy importante usar esas herramientas para hacer que nuestras vidas tengan unos objetivos más sublimes, más allá de las necesidades básicas como el comer y el vestir. Un pueblo culto es, ante todo, un pueblo humano, capaz de tener sentimientos e ideales que diferencian claramente a los humanos del resto de especies animales.

Y después de este razonamiento tan profundo, decir que, en mi opinión, todavía hoy no está muy claro cómo podemos hacer que la cultura llegue a todos los rincones del mundo. Todos estamos de acuerdo en que ser cultos es la base de un progreso sano, pero no parece que seamos capaces de entendernos a la hora de decidir cómo hacer esto. Echamos mano de las escuelas, el lugar donde en teoría nuestra vida académica debe empezar, y que debe darnos los primeros esbozos de cultura, pero no siempre resulta tan bien como pensamos. ¿Y por qué? Porque eso de que la letra con sangre entra, realmente no es así; todo aprendizaje debe contener algo de interés para el que lo recibe, y a la fuerza es difícil que alguien aprenda a apreciar algo que, lo reconozco, en ocasiones es tedioso y algo complicado. Pero no hay que perder las esperanzas.

Si hablamos de España, un país con siglos y siglos de historia, está claro que no nos faltarían sucesos que contar; pero es que, además, hemos sido un pueblo donde todas las artes han florecido con mucha facilidad, y donde muchos artistas de muchas disciplinas han sobresalido, dejando su huella en el devenir de la historia universal. Así que, en principio, no nos faltarían datos que conocer, aunque claro, para aprenderlos y memorizarlos, necesitamos un aliciente; y en ocasiones, el ser más cultos desde luego no es suficiente.

Está muy bien que haya verdaderos expertos en cultura, pero este blog no pretende ser un lugar de encuentro para intelectuales, ni mucho menos; invitados quedan, pero ya advierto que, si vamos a hablar de arte en cualquiera de sus formas, no será de una forma académica ni tampoco especializada. Así que lo ideal es que quien quiera visitar este sitio web, esté dispuesto  a divertirse, y a conocer el mundo del arte de forma amena y sin complicaciones; las opiniones profundas, en ocasiones, mejor guardarlas para sí.