El cine nos engaña, pero no nos damos cuenta…

Por lo visto, una de las mayores fuentes de cultura que tenemos en la actualidad es el cine, algo extraño porque, precisamente, uno de sus sobrenombres es «la fábrica de sueños«; así, es algo curioso que alguien pueda ver películas por el simple hecho de ser más cultos o pensando que puede aprender cosas y verdades absolutas. Sin embargo, está demostrado que mucha gente adopta lo que escucha o ve en los filmes como una filosofía de vida, y aunque no es que sea la peor manera de acceder a la cultura, tampoco es la mejor, por supuesto.

Por tradición, el cine es el séptimo arte, y en la actualidad casi se podría asegurar que se ha convertido, sino en el primero, en uno que se encuentra entre los primeros puestos. Hay cine alternativo, o de autor, o documental, que realmente se preocupa por mostrar valores y tener un efecto educativo en el público; pero no nos engañemos: la gran mayoría busca ser un producto comercial, sin mayores pretensiones más que la de entretener y por ende, llenar las salas y conseguir una buena recaudación.

Pero aún así, y sabiendo todo esto, hay mucha gente que ha creído  a ciegas aquello que ha visto en una película en algún momento dado de su vida; y lo que es peor, hay cosas que han calado en tanta cantidad de gente, que al final se han convertido en verdades absolutas. El lugar por excelencia de la industria del cine, Hollywood, nos ha hecho creer muchas cosas que no son verdad, y en realidad lo ha hecho sin ninguna intención oculta: se podría decir que ha sido el público el que ha creído estas cosas solamente por no informarse sobre su veracidad. ¿Quieres conocer algunas de ellas? Pues ahí van:

  • Para rastrear una llamada, es necesario que la línea esté abierta durante un tiempo extenso: puede que esto fuera cierto en las primeras película de espía, pero desde la década de los 80, la tecnología permite hacerlo en los primeros segundos de la misma.
  • Es muy complicado contar las cartas en un juego de póker. Las películas nos han hecho creer que aquel que consigue hacer trampas en un juego de cartas contándolas es casi un genio de las matemáticas, pero en realidad se trata de un par de trucos bastante fáciles; el problema viene cuando el casino se da cuenta de ello, y por supuesto no está muy contento con la situación.
  • Pueden escucharse explosiones en el espacio.  Esto es algo físicamente imposible; en el espacio no hay atmósfera, con lo que las condiciones para que el sonido viaje no pueden darse.
  • Aumentar las imágenes borrosas las hace verse con más claridad. Esto es algo que la policía en la ficción suele hacer mucho, hacer zoom en una imagen poco clara para verla con más nitidez; pero que no te engañen: si la imagen está borrosa en un principio, aumentarla sólo la hará empeorar.

Hay muchos más ejemplos, y quizá otro día podamos seguir con ellos. Por de pronto, piensa si tú has creído algunos de los que has leído aquí, y ahora puedes sentirte decepcionado.